miércoles, 15 de junio de 2011

Nacionalismo sincero

Hoy no hay chiste, sólo un razonamiento dedicado a los que agitan banderas, palabrería y pepinos...

2 comentarios:

POYEYA dijo...

Estoy totalmente en contra de los nacionalismos como movimientos excluyentes, ya que entiendo que la valía de las personas depende de su naturaleza intrínseca no de valores aleatorios y circunstanciales como el lugar donde naciste, la lengua que hablas o el origen de tu familia. HAy que sentirse orgulloso de los orígenes de uno pero sin menospreciar los orígenes del prójimo, entre otras razones por que tu nacionalidad es como TU FAMILIA; no la eliges, te viene IMPUESTA.

Gastmans dijo...

Gracias por tu comentario, poyeyas; sin querer quitarte razón, creo que el nacionalismo en sí ES excluyente, no es orgullo, para eso está ya esa palabra. Lo que pasa es que hay veces que la gente que si que es nacionalista lo disimula con el orgullo y al final caen en los clichés comunes de todo nacionalismo: poner fronteras, divisiones, señalar las diferencias sobre otras cosas, y sobre todo, la falta de solidaridad con otros reemplazándola por una estructura de clan, donde la gente puede regodearse de lo bonitos que son, lo trabajadores que son, etc...
y luego está el último paso, crear un enemigo contra"nosotros", así empiezan las manipulaciones, demagogias y movimientos de masas...
El nacionalismo no es mas que un egoísmo colectivo;no confundir con folcrorismos, nostalgia u orgullo de donde vivimos..